Las margaritas del Chancho (II)

Segunda entrega de esta sección donde les cuento algo que me gusta y trato de ser lo suficientemente persuasivo como para que los dos o tres que todavía pasan por acá lo compartan conmigo. Hoy es el caso de Regina Spektor. Y más específicamente del disco Soviet Kitsch. A lo mejor alguna vez vieron algún videito o algo y no les pareció gran cosa... error, a esta señorita rusa hay que escucharla con respeto y paciencia, bucear entre los discos y pasar del hermetismo del principio al sonido más limpito y pop de estos días. Y para eso, nada mejor que este disco:


¿Cómo explicarlo para el que nunca la escuchó? ¿Cómo hacerle justicia a tan bellas canciones? Regina, (sí, por el nombre de pila, porque al cabo de un tiempo de escucharla uno empieza a quererla como una amiga), decía, Regina toca el piano de una manera increíble, hace canciones conmovedoras, y por si fuera poco, es propietaria de una voz extrañísima, que usa con total desparpajo, intercalando susurros y juegos vocales que harían lagrimear a Terminator. Y las letras.... encima hace unas letras del carajo. Este disco resume lo mejor de Regina, arrancando con "Ode to divorce", donde en un momento dice que se siente como escondida en la muela de su ex amante, sintiendo que él ha comido algo con gusto a menta, y adelantándose al dolor del beso que se viene, del beso que va a darle a otra, para llegar al estribillo "I need your money, it'll help me, and I need your car, and I need your love..." Y así, letras y músicas maravillosamente perturbadoras que se te adhieren al cerebro, desde la enfermiza -literalmente- "Chemo limo", hasta las más graciosas como "Ghost of corporate future" o "Your honor", esta última con unas guitarras al mango que te vuelan la peluca; desde la desesperante "The flowers", hasta la que acaso sea la canción más bella de su repertorio: "Us". Podría seguir aburriéndolo con referencias de este estilo, pero prefiero instarlos a que lo descubran por ustedes mismos.
Bájense esto ACA y déjense de pavadas que ésta es la posta, che.