viernes, julio 14, 2006

O no hay postre


¿Cómo iba uno a suponerlo, cómo imaginar que no era Mirtha Legrand, sino Calamaro el que iba a traer suerte a tanto páramo laboral azotado por la teoría del caos aplicada en todas sus posibilidades?

PRIMER SALMON
Hay discos que hay que escuchar un par de años después. Dejarlos que maceren y resistirse a la tentación de creer que es uno el que no está listo. Mentira. Es el disco que todavía está verde para el paladar de uno. Cosas eternamente verdes para este almita de alimaña: Intoxicados, Jóvenes Pordioseros y demás derivaciones, Ratones Paranoicos, Miranda.

SEGUNDO SALMON
Pican, Pancho, señal que te he perdido (¡!) ejercicio delicado de la brutalidad, aferrándome a las dos o tres convicciones equivocadas y volátiles que sospecho tener en alguna parte entre lo que fui y lo quise ser.

TERCER SALMON
Se llamaba existencialismo. Y uno que se creía vanguardista por los cuentitos o las novelitas donde a los personajes todo les chupa un huevo. Qué buen título “El extranjero”. A mí también se me ocurrió, pero después de setenta años originalidad. Tarde, pichón, tarde.

CUARTO SALMON
Y hablando del tercer pez en cuestión, ¿alguien puede creer que http://www.cainbuenosayres.blogspot.com/ esté haciendo otra cosa que una novelita de cuarta? Conseguite una vida, pibe. Chancho Fundamentalista, dixit.

Me compré un Sófocles para armar. El destino es irremediable, saber que sólo soy yo y no Sartre me llena de congoja, y no tengo un mísero clavo derecho en todo mi reino.

1 comentario:

Henrieta R. Hipo dijo...

Quiero que sepas tres cosas:
1- no escuché "El Salmón"
2- Te agradezco por haberte pasado por mi blog, bienvenido cuando te plazca.
3- Me enamoré del porcino que adoptaste de mascota, voy a adoptar uno yo también para que le haga compañia al pato... capaz.