viernes, octubre 31, 2014

Cómo ceder a los mandatos sociales con estilo.

Estoy trabajando en mi nueva novela danesa: La chica que le gritaba a los medidores de gas.

PRIMER MEDIDOR
Nuevo Hotel Belgrano, ¡las estrellas se las da usted! Por si eso no lo tentara, sepa que Victor González (20) quiere ser amigos (sic).

SEGUNDO MEDIDOR
¿Y si resulta que todas aquellas canciones infantiles de antaño transcurren en el mismo universo? ¿La Farolera se enamoró de un Coronel que reprimió a los maderos de San Juan que pedían pan porque la torta se la llevaron en un auto feo luego de pincharle la nariz al Payaso Plin Plin, único testigo del hecho?

TERCER MEDIDOR
La creación de robots caníbales nos salvaría de la inminente rebelión de las máquinas y la consecuente aparición de un Terminator parecido a Polino, demasiado interesado en cosas poco robóticas.

CUARTO MEDIDOR
...donde se puede constatar que todos los cartelitos de Facebook son escritos por una sola persona y que, por lo visto, ha de ser una persona fascinante, claro que sí, claro que sí.

No somos buenos todo el tiempo. Algunos ni siquiera somos todo el tiempo.

1 comentario:

Zeithgeist dijo...

Hacia mucho q no me pasaba por la zona. Menos mal q queda gente de la vieja escuela por estos pagos...